Escalera jugó el peor partido del torneo, sin lugar a dudas, aunque los tres puntos hubieran quedado en casa. Históricamente el equipo de la dupla Montironi-Tillard es de hacer mejores labores en partidos más duros y actuaciones para el olvido en encuentros de esta envergadura. Frente a un rival que lo único que ofrecía eran centros de área a área y un 10 de un talento distinguido, Escalera hizo agua en todas sus líneas.
Lo que queda, es un análisis enriquecedor. Y es enriquecedor ya que no se perdió la punta ni mucho menos las chances de pasar de zona. “Es mejor que pase ahora y no en la final, como en el torneo pasado”, acotó el volante ofensivo Bertelli.
Escalera había tenido el mejor arranque en su historia, cuatro jugados, cuatro ganados. Quince goles a favor, tres goles en contra (dos de penal y uno de tiro libre). Muy buenas producciones individuales y colectivas. Excelente trabajo físico. Pero evidentemente algo falló la fecha pasada.
“El tema es que Escalera no jugó contra nadie en los otros partidos”, agregó un decepcionado hincha del club. Es cierto, los últimos rivales del equipo del norte de la ciudad, no tienen la categoría y protagonismo como para exigirlo y quizá haya sido eso lo que generó esta suerte de relax generalizado en cada uno de los jugadores. No se ve más la ronda motivadora-técnica pre-partido, ni siquiera un grito de aliento que haga de “haka” escaleriense, no se ven más esos diálogos entre el jefe de la defensa y sus colaboradores, no se ven tampoco ganas destructivas y ansias de meter hasta el último minuto porque “este partido se gana o se gana”. Todo esto es cierto. Escalera está confiado y está dejando de ver que el camino a recorrer este torneo es igual de largo que el anterior pero que los rivales no están igual de armados. El camino ofrece quizá menos dificultades que antes y Escalera, luego del nivel demostrado en el primer certamen del año, no puede tropezar y mucho menos caer. Es a la inversa, Escalera no esta viendo que cerca de cumplir cinco años desde su fundación, tiene en sus mano una oportunidad única de lograr algo muy importante para su historia. Quién sabe, por ahí el primer trofeo en primera división para adornar una vitrina llena de premios ganados a pulmón, a pura garra. Esta es la chance más clara que tiene este equipo para mostrar y disfrutar de una vez de la semillas sembradas en esos cinco años. Madurez, amor propio, ganas, garra, todo está en manos de Escalera… es cuestión de que el equipo salga a reclamar lo que es suyo, es cuestión de lavarse la cara, despertarse, concentrarse y aceitar, ahora sí, esta locomotora porque lo más lindo está por llegar. Los partidos finales y complicados, así, como le gusta a Escalera. Pero hay que estar bien listos.
Los dirigidos por M-T, tienen una revancha rápido. Este sábado, el rival es un equipo que exige mucho física y técnicamente. Un lindo examen para ver qué se aprendió de la última derrota. Una chance para mostrar a la gente para qué esta Escalera este torneo, las puertas del estadio están abiertas y el invitado esta vez es Toque Bar. Escalera necesita despertar, aprender y meter. Escalera necesita ganar este partido aunque en la tabla, sea cual sea el resultado, no se modifique nada. El efecto psicológico es lo que se necesita y llegará, sin dudas, como un efecto dominó tocando a todos y cada uno. Pero para eso, hay que ganarle a un equipo que siempre fue complicado (en el historial: una derrota, un empate y ninguna victoria para Escalera) y que esta vez puede ser el “salvavidas”.
Entrando a la recta final del torneo, Escalera tiene todo para ganar. Solamente hay que buscarlo a morir y terminar el año con una fiesta de gala, un excelente torneo y abrir el placard de Cambursano una vez más para ubicar el premio que hace cinco años se está buscando: el primer puesto y el mejor equipo de La Chacra.