Escalera 4 - Halcones 0

ESCALERA SEMIFINALISTA (?)

De la copa poronga. Con un gran partido de Augusto Bertelli, autor de un hattrick, Escalera le ganó a Halcones 4 a 0. El partido fue tan raro y bizarro que hasta Joaquín Montironi metió un gol. El próximo sábado Escalera puede llegar a una final, no sabemos de que (?), pero motiva a todos poder poner por fin una estrellita en el pecho (?)

Después de haber tomado el partido contra Rejuntados como la antesala al último evento deportivo de la historia de la humanidad, Escalera se relajó y disputó los cuartos de final pensando más en la diversión que en los puntos. Sin que todavía quede muy en claro porque carajo estamos a un paso de salir campeones de algo y aún con un comité de científicos del CONICET reunidos para entender la fase eliminatoria del Torneo Golden, el equipo disfrutó de un sábado de futbol y ahora en dos partidos puede cantar “daleee campeonnn”. Después de la hermana de algún defensor de Escalera, el Golden es lo más generoso que viene. Consejito: pónganle otros nombres a las copas: Copa de plata, copa de bronce, etc. Salir campeón de la “COPA RECHEPAJE B” es casi como decir “a ver si salís campeón de algo, pedazo de termo” (?).

Vamos a lo deportivo. No, todavía no (?). Resaltemos antes algunas cuestiones de color. Empezando y destacando (negrita y subrayado) la actitud de nuestro capitán y DT: Ultra borracho, pero de pie para disputar el partido. Representando a todos sus jugadores, quienes siguieron al referente para no quedar como desobedientes, el equipo se armó con el alcoholímetro en mano, y los dos más sobrios fueron al banco: Fabretti y Gastón Montironi. Abajo reaparecían nombres como Matías Cabanillas y Santiago Ripoll. También reapareció después de 4 partidos Augusto Bertelli (?) y fue la figura de la cancha.

Una vez que se mueve la pelota, todos intentan ganar, de eso no quedan dudas, sin importar lo que este en juego o la cantidad tomada la noche anterior. Y Escalera fue mejor que su rival, Guzmán, Cabanillas y el mayor de los Ripoll se manejaron con firmeza en el fondo y le dieron libertad al equipo para jugar. Gastardelli en la mitad chocaba mucho, pero también tenia constante voluntad para jugar y tocar. La figura de la cancha fue Augusto Bertelli, el “tio”, “Dardo” o también el Dybala escaleriense. Uno de los top del torneo jugó en su nivel y metió 3 goles para la victoria. El primero fue un gran gol del arquero de Halcones, después de un zurdado con el diario de parte del más lindo de los jugadores de E* (?). El gol y los 74 pases errados de Melchior fueron las notas destacadas del primer tiempo.

En el segundo, Escalera encontró más espacios y mostró mucha contundencia arriba. Mucha contundencia arriba, sí, lo que Escalera no posee ni por casualidad lo partidos importantes, en este tenía para hacer dulce. Joaquín Montironi, el 9 furioso, el tanque y goleador del equipo el torneo pasado volvió a convertir por segunda vez en el año. El otro gol se lo había hecho, casualidad o causalidad, a Halcones. No sabemos si tiene algún arreglo con los centrales de Halcones o qué, pero aprovechó un saque largo de Ripoll para anticipar y definir por abajo.

El partido terminó con dos perlas de Bertelli, el dueño de la mañana. Su segundo gol fue una gran emboquillada al larguirucho arquero rival, después de un interesante pase de Matías Montironi. Y cerró la goleada con un gran tiro libre. Se paro y dijo “que golazo que metí, lastima que no sirve de nada”. Las palabras mas sabias que se le escuchó decir en muchos años y una de las verdades universales de la post-modernidad (?). Tremendo tiro libre al ángulo para cerrar el partido.

El balance del sábado fue sumamente positivo. Descomprimidos de presión, el equipo disfrutó del fútbol y los amigos y sobraron las jodas, las risas y las cargadas. No es mala la oportunidad de Escalera de ganar algo, por mas de leche o madera que sea la copa. Jugar una semifinal o final, ganar respeto, buscar un mejor juego y darle la chance a todo el plantel de demostrar, son condimentos que Escalera va a priorizar en los sábados que quedan.