MISMA
HISTORIA...¿ DIFERENTE FINAL?
Escalera perdió con Atlético
Laboulaye 1 a 0. Después de manejar el partido durante gran parte del
desarrollo del mismo, se desinfló al final y la desconcentración le cuesta
volver a quedarse afuera de los 8.
Misma campaña, misma cantidad de puntos, mismos resultados
en los interzonales. Hasta la primer fecha fue igual, perdiendo contra
Rejuntados en dos debuts para el olvido. Al momento de la redacción de este
informe, no sabemos cuál es la posición final, si el milagro nos mete en los 8
o si quedamos como el año pasado, en las puertas de la “doble ventaja”.
Las diferencias hay que
empezarlas buscando en el último partido contra Atlético Laboulaye. Y hay que
terminar de buscarlas en el tercer tiempo y la charla post-partido. Escalera es
hoy más equipo de lo que era el año pasado, conoce más que hace un torneo cual
es su fuerte, como puede lastimar y sobre todo, conoce cuáles son sus
principales defectos y errores. Pero la vara que mide el nivel se elevo un poco
más, está por encima de donde estaba el año pasado. Quizás no alcance para el
máximo objetivo, quizás haga falta un torneo mas, pulir las cosas que hagan
falta y ahí si, pensar en grande.
Después de haber manejado
la pelota, generar situaciones, complicar el planteo del equipo contrario,
neutralizar las mayores armas de ataque del rival, y ser más peligrosos, el
primer tiempo contra Atlético Laboulaye muestra esa diferencia de la que
hablábamos. Porque enfrente no estaba cualquier equipo. Venían con pergaminos
antiguos (campeones Apertura 2010, La Plata 2010 y finalistas del último
torneo) y actuales: punteros, invictos y valla menos vencida. Pero Escalera,
como contra Que Broncón, contra UNC, contra BP90 durante gran parte del partido
y contra Smirnoff, inflo el pecho y sin mayores temores fue protagonista del
partido. ¿Entonces qué fallo?
Escalera modifico su
táctica para este partido. Se paso del tradicional 4-4-2 a un 4-3-2-1. Con la
intención de recuperar la mejor versión de Ripoll, se lo paro de doble enganche
junto a Bertelli. Se sumo a De Pérez para
cubrir las subidas del “8” rival, anoticiado de ante mano como una de las armas
más peligrosas del “Atle”. Y el partido que había planeado, pensando e
imaginado Escalera en la semana fue tal cual el que se vio en la primera mitad.
Aun quedando en evidencia la solitaria presencia de Matias Montironi arriba,
Escalera manejó la pelota y la dupla Bertelli-Ripoll fue importante en el eje
de la mitad de la cancha. Escalera llegó, desprendiéndose Fabretti por derecha
o con alguna arremetida de Montironi. Atlético Laboulaye perdía en la mitad de
la cancha, los delanteros quedaban en inferioridad numérica con la defensa de
Escalera y solo inquietaba con alguna pelota parada. Incluso los primeros minutos del
segundo tiempo fueron iguales: Ripoll despierto, Bertelli eficiente con pases y
gambetas y Matías Montironi peligroso arriba.
Volvemos a preguntar: ¿Que
fallo? Escalera a partir de los 15-20 minutos del segundo tiempo tiró a la
basura, sin inteligencia y hasta con inocencia, el planteo -parcialmente
exitoso- inicial. Gastardelli, de gran participación en la semana, remplazo a
Guzmán como “5” pero al poco tiempo tuvo que dejar la cancha por lesión. Ese
momento bisagra fue el que desencadenó, entre otras cosas, la debacle de
Escalera y el oportunismo de Atlético Laboulaye. Porque Escalera volvió al
4-4-2, con dos volantes de creación en la zona media, porque ya Ripoll y
Bertelli no se dedicaban solo a jugar (que es lo que más saben), sino a meter,
porque a sus espaldas no quedaba nadie que corte o sostenga sus jugadas. Y no
siendo suficiente eso, la salida de Ripoll llevo a Escalera a jugar con un
4-3-3. Y dejemos completamente de lado para no amargarnos la circunstancia de
que el empate era un buen resultado para Escalera.
¿Por qué lo gano Atlético
Laboulaye? La Casablanca construyó su victoria sobre 4 pilares: solidez,
paciencia, recambio y contundencia. Escalera jugando como jugó los primeros 60
minutos del partido, contra 46 de 48 equipos del Golden, hubiese sacado
uno o dos goles de
diferencia. Pero los equipos que pelean arriba consiguen que tu máxima
exigencia a veces termine en repetidas frustraciones. Fue paciente porque no se
desespero, aun sin manejar el partido. Mantuvo el orden y el esquema. Siguió
buscando por donde sabía que podía lastimar. Tuvo recambio, porque los 4 o 5 jugadores que entraron, no solo
que mantuvieron el nivel, sino que le agregaron el toque de “punch” necesario
para ganar el partido. Y finalmente, tuvo contundencia. Tuvo una sola clara. Y
el partido terminó 1 a 0.
En esos minutos finales,
Escalera fue un desconcierto, perdió la pelota en mitad de la cancha, no tuvo
la presión marca registrada de la casa, se apuró en ataque y tiro su plan de
partido a la basura. Nada más evidente que ello, que justamente el “8” rival,
el apuntado desde comienzos de semana, fue el que finalmente marco el
gol.
Marcelo Bielsa es un
ferviente defensor de que la derrota ensena más que la victoria. Y esta derrota puede ser una de
esas. Porque Escalera no fue menos y no es menos que Laboulaye, ni que Que
Broncón, ni BP90, ni Taladro ni ninguno de los que seguramente ocupen el lugar
que Escalera pretendía ocupar. Pero la diferencia, y bañándonos en humildad,
quedo reflejada con ni más ni menos que el mayor exponente que uno puede
buscar: el puntero del campeonato.
Seguramente puliendo lo
que hay que pulir, siendo ordenados, teniendo un plan de juego, siendo
pacientes, intentando lograr mayor contundencia y solidez y con mayor recambio,
Escalera pueda dejar de mirar a los de arriba para de una vez por toda, ser el
equipo que esperamos.
POST PARTIDO
La charla con gaseosa de
por medio y el post partido en la casa de Gustavo Fabretti fueron una inyección
anímica fundamental para el equipo. Porque entre las cosas para mejorar esta la
madurez. Y cualquiera sabe que con las pulsaciones a mil lo mejor es quedarse
callado, armar su bolso e irse despacito. En el kiosco el equipo hizo catarsis,
mea-culpa, autocritica y fijo las condiciones para seguir adelante. Sin
puteadas, sin reproches, con conciencia y seriedad, el equipo se prometió dejar
todo hasta el final y demostrar que pese a posiblemente no quedar entre los 8
primeros, le puede ganar a cualquiera. Mas
de eso se hablo en la sede de Ortiz de Ocampo y con unas hamburguesas, vino y
los goles del extraterrestre Messi, el equipo dejo atrás la derrota y se
concientizo de jugar a muerte los playoff, ganarle a quien este adelante y llegar lejos. Sabemos que
tenemos material. Y sabemos cómo podemos hacer para que el torneo tenga 5
partidos más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario