Escalera 2 - Alfiado 1

SABADO REDONDO

En un partido distante de ser "uno más" para Escalera, los playoff, esquivos en la primera etapa del año, daban inicio con un partido duro ante "Alfiado". Sobre 4 campeonatos, 3 veces había llegado Escalera a esta instancia, perdiendo justamente en la que tenía ventaja deportiva y ganando épicamente ante Taladro, sin ventaja, a fines del 2009. Y esta vez, con oficio, físico y fútbol en el momento oportuno, Escalera supero la instancia jugando bien y permitiéndose soñar con avanzar aún más.

La derrota hubiese tenido un agrio, amargo, horrible sabor a fracaso. Pese a que el equipo sufrió una reconstrucción total para este campeonato y después de un horrendo puesto 38 en la primera etapa, nadie se podía conformar con haber mejorado la campaña anterior. Es que a Escalera le da para más. Ni siquiera es posible conformarse con los octavos de final. La pasión, la amistad, la historia, pero sobre todo el presente, permiten a Escalera aumentar su desafío y soñar "un poco más alla".

Los playoff son esos partidos chivos, difíciles, pero hermosos para jugar. El mínimo error te deja afuera y eso se trasmite a las piernas, a la cabeza, a los huevos y a la motivación en cada jugada. Mezcla de nervios con "dejar todo". Escalera lo jugo sabiendo que si se dedicaba a jugar al fútbol y si se presentaba como el dominador, lo ganaba seguro.

Dama, Melchior, Pignata, Furst, Montironi Gaston, Fabretti, Guzman, Bertelli, Ripoll, Montironi Joaquín y Montironi Matías. El 11 que según el trío de Dt's (De Perez-Guzman-Fabretti) era el de mas regularidad a lo largo del torneo. Cabe destacar que, salvo algún momento particular de un partido, Escalera nunca salió a la cancha con estos 11.

Clave la defensa. Un gol de Alfiado hubiese despertado la desesperación, con el plus anímico para el rival. Pignata rechazando todo, Melchior impasable. Furst y Montironi tuvieron muchísimo trabajo para marcar a la figura roja, Luciano Martini, y en tandas, lo neutralizaron de la mejor manera. Con la solidez defensiva en marcha, el equipo estuvo siempre sereno para buscar el gol tranquilizador.

Contrario a la tendencia de la E*, el juego se concentro mucho en la dupla Bertelli-Ripoll por izquierda. Que mejor sociedad que estos dos tremendos jugadores para generar juego y sobre todo, desplazar el eje a la izquierda para armar las jugadas. Rotándose, fueron encontrando los lugares para ir rompiendo poco a poco la dura defensa de Alfiado y Escalera empezó a encontrar situaciones. Bertelli tuvo un mano a mano que el arquero iba a controlar bien y Matías Montironi tuvo un par dentro del area en las cuales no pudo soltar el latigo sino más bien el suplemento "Arte" del Dia a Dia. Con un partido disputado pero nunca riesgoso para Escalera, el primer tiempo termino empatado.

Tal como pasó contra Mollejas, Danubio, Los Chantas y Bajo Palermo, la muy buena condición física fue letal para manejar el tramo final. Un equipo bien físicamente llega a todos, marca y ataca en superioridad, recupera las pelotas sueltas y tiene más lucidez para manejar la pelota. La primera parte del segundo tiempo fue toda de Escalera. El gol se empezo a sentir. Matías recupero una pelota, toco rápidamente para Augusto, este abrió para Chacho, centro al segundo palo y Joaquín Montironi, libre de amnesia, recupero la memoria y volvió al gol. Después de una eternidad de partidos, después de empezar siendo la figura excluyente de Escalera, después de una sequía comparable a la región Subshariana de Afriaca, el menor de los Montironi volvió a mojar. El gol tranquilizador llegó acompañado de un mano a mano de Augusto Bertelli. Claro para llegar al gol, generandose los espacios, tuvo 3 mano a mano y la tercera fue la vencida. Escalera encontraba dos goles que lo ponían un pie adentro de los octavos. Llegó el recambio, entraron todos los suplentes para seguir imprimiendo ritmo al partido y nadie quedo sin jugar. A pocos minutos del final descontó Alfiado con un gol de cabeza.

La palabra que acompaña el balance de este primer partido es la de "solidez". El equipo funcionó en todas sus líneas y dejo la clara señal que si el equipo mantiene el nivel o lo supera, todo es posible.