Dante Panzeri en su libro Fútbol, dinámica de lo impensado ofrece esta definición de entrenador: "Está para hacer que todos corran la misma cantidad de metros, transpiren la misma cantidad de sudor, se saquen la misma cantidad de canas pensando en cómo engañar al adversario y que entre todos haya seguridad recíproca de que nadie juega pensando en jugar para él mismo".
Creo que es una frase muy aplicable al momento futbolístico de Escalera. Donde si bien no se cuenta con un entrenador, cada uno de sus integrantes debería internalizar esta sabia definición necesaria para intentar lograr cualquier tipo de éxito dentro de una cancha de fútbol. Las personas por si solas no logaran nada, siempre es necesario la unión y el compromiso por parte de todo el grupo. Se vienen los 3 partidos más duros de la zona de grupos para ingresar en la recta final del torneo. Esa instancia en la cual no se puede fallar porque cualquier error te manda a tu casa con las manos vacías a esperar el próximo torneo.
Por momentos se logró estar cerca del ideal, pero por ahí los buenos resultados hicieron que el equipo se relaje, y se olvide del ABC que lo llevó a donde está hoy. Primero en su zona, y peleando los primeros puestos en la tabla general, Escalera es mucho más de lo que demostró el último Sábado contra Búfalo. Un equipo sin ideas, sin sangre. Se perdió esa seguridad recíproca de que nadie juega pensando en jugar para él mismo. En ir a jugar para pelear POR el equipo y no pelear CONTRA el equipo. Todos piden, todo molesta y nadie confía.
Llegó el momento en el cual el apoyo y la confianza en el que tenemos al lado es lo más importante y lo único que nos puede tener jugando ese partido que todos queremos volver a jugar. Ese partido que necesita de una concentración en un hotel, todos juntos, ese partido que tiene a todos los familiares, amigos, novias, barra-bravas sufriendo al lado del alambrado como cada uno de los que están adentro de la cancha. Creo que por lejos uno de los momentos más lindos que nos brindaron estos 7 años de Escalera.
Pero para volver a vivir algo así es necesario replantearse o refrescar algunos conceptos: Aprender a disfrutar de jugar los sabados rodeados de amigos, entender que sacrificarse por cualquiera de los otros 10 que estan adentro de la cancha vale la pena,demostrar que es mucho mas simple, si le hacemos mas facil las cosas al que tenes al lado. Darse cuenta que quedarse callado una vez para dar una palabra de aliento sirve mil veces mas que un insulto irreflexivo. Calidad, ganas y material tenemos de sobra... Es cuestion que lo pongamos en practica y que mejor oportunidad que el proximo sabado para hacerlo.
Creo que es una frase muy aplicable al momento futbolístico de Escalera. Donde si bien no se cuenta con un entrenador, cada uno de sus integrantes debería internalizar esta sabia definición necesaria para intentar lograr cualquier tipo de éxito dentro de una cancha de fútbol. Las personas por si solas no logaran nada, siempre es necesario la unión y el compromiso por parte de todo el grupo. Se vienen los 3 partidos más duros de la zona de grupos para ingresar en la recta final del torneo. Esa instancia en la cual no se puede fallar porque cualquier error te manda a tu casa con las manos vacías a esperar el próximo torneo.
Por momentos se logró estar cerca del ideal, pero por ahí los buenos resultados hicieron que el equipo se relaje, y se olvide del ABC que lo llevó a donde está hoy. Primero en su zona, y peleando los primeros puestos en la tabla general, Escalera es mucho más de lo que demostró el último Sábado contra Búfalo. Un equipo sin ideas, sin sangre. Se perdió esa seguridad recíproca de que nadie juega pensando en jugar para él mismo. En ir a jugar para pelear POR el equipo y no pelear CONTRA el equipo. Todos piden, todo molesta y nadie confía.
Llegó el momento en el cual el apoyo y la confianza en el que tenemos al lado es lo más importante y lo único que nos puede tener jugando ese partido que todos queremos volver a jugar. Ese partido que necesita de una concentración en un hotel, todos juntos, ese partido que tiene a todos los familiares, amigos, novias, barra-bravas sufriendo al lado del alambrado como cada uno de los que están adentro de la cancha. Creo que por lejos uno de los momentos más lindos que nos brindaron estos 7 años de Escalera.
Pero para volver a vivir algo así es necesario replantearse o refrescar algunos conceptos: Aprender a disfrutar de jugar los sabados rodeados de amigos, entender que sacrificarse por cualquiera de los otros 10 que estan adentro de la cancha vale la pena,demostrar que es mucho mas simple, si le hacemos mas facil las cosas al que tenes al lado. Darse cuenta que quedarse callado una vez para dar una palabra de aliento sirve mil veces mas que un insulto irreflexivo. Calidad, ganas y material tenemos de sobra... Es cuestion que lo pongamos en practica y que mejor oportunidad que el proximo sabado para hacerlo.
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