BIEN LEJOS DE LA PUNTA
En un disputado partido, Escalera termino empatando pese a merecer más. Contra un rival joven, de similares caracteristicas a E*, la mala suerte y la la falta de definición terminaron en un empate que significo perder un punto a ganar dos. De ahora en más, solo sirve GANAR.
Segundo sábado consecutivo que Escalera jugaba en un horario difícil, muy temprano, que habitualmente se utiliza para dormir sin acordarse del despertador. Lasalle era un desconocido rival del que solo se sabían los 5 puntos que tenía en la tabla. Pero el envión anímico de la victoria pasada daban la suficiente motivación para encarar este partido con la ilusión de meterse en el lote de arriba.
El 2009 y el insipiente crecimiento demografico llegaron hasta la plantilla de un Escalera que tiene jugadores para tirar para arriba. Atrás quedaron los campeonatos donde los "players" no alcazaban para formar 11 y había que recurrir ha desesperantes llamados para pedirle a borrachos y olvidados ex-companeros que nos den una mano.
Después de encarar el torneo con una proyección de 13 o 14 jugadores y no más, hoy llegan a 20 los que van los sábados para jugar un rato (sí, entre los que somos y el poco tiempo de los partidos, es solo un rato). Se agrandó la familia, volvieron viejos y se sumaron nuevos, no hay lesionados y todo esto no puede ser motivo para preocuparse. Mejor que sobre que qué falte.
La dificultad para armar el equipo se sorteo con Dama, Tesoro, Pignata, Furst, De Perez, Fabretti, Gastardelli, Guzman, Gato Montironi, Mati Montironi y Morero. Escalera continuaba apostando al doble 5, volvía a la titularidad Matías Montironi y la defensa encontraba un Tesoro que por primera vez se tiraba a una de las bandas.
Comenzo el partido de forma muy friccionada. Escalera sentía muchísimo el cambio de cancha, pasando de una cancha principal en buen estado a esta de importantes dimensiones pero desastroso estado. Entre el "cesped" y el estado físico del rival, Escalera se iba a encontrar ante un partido muy trabado y de poco fútbol. Ninguno de los dos podía dar tres pasos seguidos y empezaban a ser claves las condiciones individuales.
Matías Montironi, aquel valuarte delantero del Zorrilla, que paso por Universitario, que se probo con Shaffer y vio de cerca las bicicletas de Saturno y que a principios de ano había anunciado su parcial alejamiento, iba a tomar las riendas del equipo. Demostrando amor por el equipo, yendo a jugar a ambos torneos, nunca había faltado y después de dos partidos con poco tiempo en cancha, iba a aparecer.
Primero, una apilada de izquierda a derecha a puro amage iba a terminar con un tremendo sablaso en el primer palo. 5 minutos despues, Morero lo habilitaba y nuevamente el palo le negaba el grito de gol. Estaba enchufado, pero como a todo buen 9, le faltaba el gol.
El resto del equipo no encontraba la claridad para jugar que tenía el 9, pero no dejaba de meter, apretar los dientes e intentar ir para adelante. Escalera era más que un Lasalle que insuaba pero no tenía situaciones. Hasta que un error cordinado entre la defensa y el arquero le iban a abrir las puertas a Lasalle para el primer gol. Un mal saque de Dama, un rechazo a una defensa muy pasiva de Escalera para que el 9 rival la baje y le pegue cruzado.
El partido se ponía caliente y volaban las manos y los empujones en ambas areas. Después de algunas advertencias el árbitro vio uno de esos penales que se cobran uno en 1000 y Dama pidió la pelota desde la otra punta de la cancha. Derechazo perfecto para poner el justo y merecido empate.
En el segundo tiempo la tendencia del partido no iba a cambiar, pocas luces y mucho huevo. Lasalle empezo con las mejores situaciones pero la entrada de Juampi, Agusto y Fede Guignard mejoraron la circulación de un Escalera que iba en búsqueda de una victoria chivísima. Sobre la mitad del segundo tiempo, tanta fricción y calentura se iba a ir de las manos, especialmente en Santiago Furst, que agrediendo sin agredir, con un debil escupitajo frente a los ojos del arbitro, iba a dejar a Escalera con 10.
Segundo sábado consecutivo que Escalera jugaba en un horario difícil, muy temprano, que habitualmente se utiliza para dormir sin acordarse del despertador. Lasalle era un desconocido rival del que solo se sabían los 5 puntos que tenía en la tabla. Pero el envión anímico de la victoria pasada daban la suficiente motivación para encarar este partido con la ilusión de meterse en el lote de arriba.
El 2009 y el insipiente crecimiento demografico llegaron hasta la plantilla de un Escalera que tiene jugadores para tirar para arriba. Atrás quedaron los campeonatos donde los "players" no alcazaban para formar 11 y había que recurrir ha desesperantes llamados para pedirle a borrachos y olvidados ex-companeros que nos den una mano.
Después de encarar el torneo con una proyección de 13 o 14 jugadores y no más, hoy llegan a 20 los que van los sábados para jugar un rato (sí, entre los que somos y el poco tiempo de los partidos, es solo un rato). Se agrandó la familia, volvieron viejos y se sumaron nuevos, no hay lesionados y todo esto no puede ser motivo para preocuparse. Mejor que sobre que qué falte.
La dificultad para armar el equipo se sorteo con Dama, Tesoro, Pignata, Furst, De Perez, Fabretti, Gastardelli, Guzman, Gato Montironi, Mati Montironi y Morero. Escalera continuaba apostando al doble 5, volvía a la titularidad Matías Montironi y la defensa encontraba un Tesoro que por primera vez se tiraba a una de las bandas.
Comenzo el partido de forma muy friccionada. Escalera sentía muchísimo el cambio de cancha, pasando de una cancha principal en buen estado a esta de importantes dimensiones pero desastroso estado. Entre el "cesped" y el estado físico del rival, Escalera se iba a encontrar ante un partido muy trabado y de poco fútbol. Ninguno de los dos podía dar tres pasos seguidos y empezaban a ser claves las condiciones individuales.
Matías Montironi, aquel valuarte delantero del Zorrilla, que paso por Universitario, que se probo con Shaffer y vio de cerca las bicicletas de Saturno y que a principios de ano había anunciado su parcial alejamiento, iba a tomar las riendas del equipo. Demostrando amor por el equipo, yendo a jugar a ambos torneos, nunca había faltado y después de dos partidos con poco tiempo en cancha, iba a aparecer.
Primero, una apilada de izquierda a derecha a puro amage iba a terminar con un tremendo sablaso en el primer palo. 5 minutos despues, Morero lo habilitaba y nuevamente el palo le negaba el grito de gol. Estaba enchufado, pero como a todo buen 9, le faltaba el gol.
El resto del equipo no encontraba la claridad para jugar que tenía el 9, pero no dejaba de meter, apretar los dientes e intentar ir para adelante. Escalera era más que un Lasalle que insuaba pero no tenía situaciones. Hasta que un error cordinado entre la defensa y el arquero le iban a abrir las puertas a Lasalle para el primer gol. Un mal saque de Dama, un rechazo a una defensa muy pasiva de Escalera para que el 9 rival la baje y le pegue cruzado.
El partido se ponía caliente y volaban las manos y los empujones en ambas areas. Después de algunas advertencias el árbitro vio uno de esos penales que se cobran uno en 1000 y Dama pidió la pelota desde la otra punta de la cancha. Derechazo perfecto para poner el justo y merecido empate.
En el segundo tiempo la tendencia del partido no iba a cambiar, pocas luces y mucho huevo. Lasalle empezo con las mejores situaciones pero la entrada de Juampi, Agusto y Fede Guignard mejoraron la circulación de un Escalera que iba en búsqueda de una victoria chivísima. Sobre la mitad del segundo tiempo, tanta fricción y calentura se iba a ir de las manos, especialmente en Santiago Furst, que agrediendo sin agredir, con un debil escupitajo frente a los ojos del arbitro, iba a dejar a Escalera con 10.
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