CON LAS MANOS VACIAS
Escalera dejo pasar la oportunidad de ser campeón. En una final durísima, Libertad supo aprovechar el viento y un Escalera desconcentrado para arrebatarlo y convertir dos goles en los primeros 20 minutos. Escalera no encontró caminos para darlo vuelta y se quedo sin titulo y sin poder coronar una gran campaña.
Estaba todo dado para que sean un gran día. Desde un sol de invierno que acompañaba de muy buena manera, un equipo bien en todos los aspectos, una hinchada que se movió en masa y conmovió por su fidelidad y un marco genial. Escalera tenía que salir a jugar como sabía, como había demostrado y así tenía mucho más para ganar que para perder.
Había que adiccionar un plus requerido para una final. Una final no es un partido más, es el partido que define el torneo. Escalera no estuvo a la altura de las circunstancias. Escalera no pudo contrarrestar un momento inicial desfavorable y pagó caro todos sus errores.
Errores que van desde un excesivo relajamiento previo hasta un muy mal nivel futbolistico. En la previa Escalera mostró estar tibió, distraido, relajado, con poca unidad a tal punto que la mayoría de los jugadores se cambiaba en lugares diferentes. La entrada en calor era muy liviana. La charla y la arenga (o charla técnica) era muy corta y quizás incompleta.Es cierto que el haber hecho todo lo contrario a lo relatado anteriormente no iba a garantizar ganar. Después hay que jugar bien a la pelota. Pero todo suma. Y Escalera empezó restando.
Agreguemos a esto un equipo rival muy duro y muy concentrado. Escalera no sabía de Libertad y Libertad tampoco sabía de Escalera, pero salieron a comerse la cancha y Escalera sintió ese golpe. El viento a favor de Libertad sumó todavía más a un inicio del partido fatídico para Escalera. El equipo no podía salir.
La defensa se complicaba. Libertad presionaba cerca del arco de Escalera y lograba conseguir rebotes, centros y jugadas de gol. Agustari evitaba lo posteriormente inevitable. El mediocampo perdía en la lucha y no generaba juego y arriba las pelotas volvían en cuestión de segundos. En resumen: Escalera jugaba mal, muy mal.
Y ya dijimos que Libertad jugaba duro. Sin ser galácticos, se los notaba con confianza y cada choque y en cada jugada que tenían parecían desequilibrar. Atacaban por izquierda, por derecha y por el medio. Escalera recuperaba la pelota para perderla en cuestión de segundos. Y después de varios aviso iban a abir el marcador.
Poco se le puede reprochar a Santiago Furst el error en la salida para el primer gol. Jugador que se adaptó a una posición que no es la natural suya y que demostró con creces en todo el campeonato lo que es jugar con el corazón. Se equivocó muy poco pero justo le toco en la final. Una gambeta fallida terminó en gol de Libertad. Poco también se le puede reprochar a Agustari. Arquero consolidado y figura, era total responsable de que Escalera este jugando la final. Un mal rechazo terminó en el 2 a 0. Dos de los jugadores que menos se equivocaron en el campeonato y sin los cuales Escalera no hubiese llegado a una final, tuvieron la mala suerte de equivocarse en la instancia clave.
El primer tiempo iba a terminar de condecorar una pésima labor de Escalera en todas sus líneas, sin situaciones claras de gol más que algún indicio de pelota parada o tiro externo. Había que pensar rápido en el segundo tiempo y tratar de lograr una remontada que hubiese quedado para los libros de historia.
Hecho sí lamentable fue el entretiempo, donde el equipo no supo mantener la calma y pensar en positivo, sino que abundaron los reproches, insultos y planteos que no eran para el momento. El equipo nunca en todo el día se había mostrado unido (futbolisticamente y psicologicamente) y el entretiempo lo reflejaba a la perfección. En esas condiciones, dar vuelta el partido era cuasi imposible.
El segundo tiempo mostró a una Escalera con intenciones pero sin ideas. Tratando de profundizar por derecha con algunos centros, alguna combinación por izquierda o una escapada por el medio. Todo moría y Escalera se quedaba siempre con el intento.
Libertad se dedicaba a morder, a defender y tratar de cuidar la ventaja adquirida, siempre atentos a poder aumentar el marcador. Escalera intentó, corrió mucho, metió, pero la falta de fútbol era evidente. El tridente mágico Alva-Agusto-Matías no funcionaba y el equipo no tuvo chances. El resultado se mantuvo y Escalera se quedo con las manos vacías.
Había que ganar para ponerle la frutilla al postre. Había que ganar para sumar un titulo. Había que ganar por las 40 personas que fueron a alentar a sus amigos, novios y familiares. No se pudo ganar y la desilución fue mayor.
Sin jugar por el sueldo, sin ser el sosten de la vida de cada uno, Escalera es una fuente de alegría para el grupo y en busqueda de la alegría mayor se quedo en la nada. De todas formas no deja de ser un juego, una excusa para juntarse y todavía no se olvidan las grandes previas que se vivieron cada sabado después de los gloriosos partidos que el equipo ganó.
De ahora en más queda pensar en lo que viene, mirar para adelante y ver si Escalera se puede consolidar o si este torneo fue solo una buena racha. La final no empaña el gran torneo pero a partir de ahora es momento de pensar en el torneo que viene, siempre con la ilusión que mantenga al grupo unido y le de tantas alegrías como este campeonato.
1 comentario:
Exelentisimo informe charco!!! mas q un relato hiciste un dibujo de la tarde gris de escalera...Concuerdo 100% en tu opinion! te amo...
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