Escalera 1 (4) - Barrio Parque 1 (2)

¡¡ FINALISTAS !!

En una tarde para el infarto, donde hubo goles, expulsiones, palos, jugadas sobre la línea y hasta una definición por penales, Escalera sacó boleto para la final de la Copa Chacra luego de haber transitado un duro camino. Con una soberbia actuación de un gigantesco Agustín Dama, Escalera ratificó una vez más que es una de las sensaciones del torneo y que, el sábado 4 de Agosto de 2007, disputara una final con el anhelo de seguir brindando alegrías a este grupo de gente.

Al llegar a instancias de semifinales, mucho no se puede especular acerca del rival. O mejor dicho, se puede tratar de conocer como juega, donde están los puntos altos y bajos, pero que el equipo contrario será duro, de eso no caben dudas. Más en un torneo bastante exigente como lo ha demostrado ser La Chacra, por lo menos en este último año.

Barrio Parque – Escalera podría haber sido tranquilamente la final y nadie iba a discutirlo. Nuevamente el formato de pibes jóvenes de buen estado físico que ya parece dominante o dominador en el torneo. Pero esta vez había un plus de rivales de buen pie, formados en inferiores de distintos clubes.

Pero había mucha motivación de por medio. Llegar a semifinales después de mucho tiempo y sobre todo, darle continuidad exitosa a una campaña brillante. Da pena que termine tan buen semestre, pero alegra saber que se extiende un sábado más. El predio del torneo estaba desolado y las características parecidas a un páramo no eran por falta de equipos sino porque únicamente las semifinales y algún que otro partido más se jugaban a esa hora. El resto ya no jugaba por nada.

El partido era en la cancha 8, la “cancha de Escalera” como dijo acertadamente un veedor. Después de un “loco” y algunos trotes, centros y piques para calentar los motores en una fría tarde, Escalera entraba con Agus; Cambursano, Carbonari, Furst y Pignata; Fabretti, Guzmán, Gastón M; Bertelli; Matías M y Morero. Barrio Parque pretendía intimidar con una entrada en calor coordinada e intensa, y lo lograba.

En todos los informes siempre se habló de un Escalera que controlaba la pelota de entrada y comenzaba atacando. Esta vez, si bien Escalera no se refugió en el fondo, la pelota estaba muy disputa y Escalera vivía un partido de mucha presión y fricción, con muchas pelotas divididas que iban para cualquier lado. Barrio Parque iba a comenzar atacando los primeros minutos pero se iba a empezar a encontrar con el muro construido por la defensa.

De a poco Escalera también empezó a coordinar más, a salir rápido y a ver que tal era la defensa de BP. Un par de centros, algunas combinaciones por las bandas y el equipo que empezaba a inquietar. La primera clara de Escalera iba a terminar en gol. Furst cortó una pelota en mitad de cancha, toco para Fabretti, este nuevamente para Morero. El enano levantó la cabeza cual si fuera conductor del equipo y dejó mano a mano a Matías Montironi quien definió cruzado con su ¿mejor? pierna, la izquierda, para el 1 a 0.

Escalera no se iba a agrandar ni confiar con el gol. Iba a seguir manejando las situaciones del partido e iba a tener un lapsus de 15 minutos donde pudo haber ampliado el marcador. Matías y Augusto tuvieron sus chances pero el partido no iba a definirse tan fácil y rápido como pretendía Escalera. El árbitro, de trabajo minucioso y fino, iba a empezar a inclinar la cancha con un sin fin de faltas y tiros libres en las cercanías del arco de Escalera.

Hasta ese momento, Agus Dama cumplía una aceptable tarea pero sin sobresaltos. Su trabajo se limitaba a rechazar centros, más allá de seguir con la vista uno de ellos que iba a impactar en el travesaño. Pero sobre el final del primer tiempo iba a mostrar porque los arqueros pueden ser tan lujosos como los enganches. Un tiro libre ideal para un zurdo iba a ser una chance clara para BP. La pelota pasó la barrera, se adaptó a las reglas de cómo patear un tiro libre directo, comba hacia fuera y el destino era el ángulo. De la nada, como impulsado por el mismísimo Oscar Ustari, Agustín voló literalmente para cachetear la pelota al corner.

Escalera se iba al descanso con la ventaja, con una maravilla de Agustari, con un sólido trabajo de la dupla Furst-Carbonari, movilidad y agilidad en el medio y un gol definido como correspondía. BP iba a salir a morir en los últimos 40 minutos.

El segundo tiempo iba tener una incidencia que iba a afectar directamente el desarrollo del partido. BP jugaba fuerte y en un cruce iba a entrar en ebullición Augusto Bertelli. La infantilidad se mezcló con la sensibilidad del árbitro y Escalera se quedaba con 10 en un momento más que caliente. De ahí en más BP se iba a meter de llenó en el campo de Escalera.

Álvaro por Morero, Nahas por Pignata eran cambios para darle aire al equipo. Escalera tenía dificultades para atacar pero no sufría demasiado en defensa, salvo por la tormenta de centros que llegaban. Matías era la carta de Escalera para aguantar, Nadra intentaba armar juego en soledad mientras que Chacho y Gastón hacían lo que podían para no dejar de defender y sumar algo al ataque.

El destino hizo que Pignata no vaya a buscar una pelota al lateral, dejándolo a Furst, contrario a lo que habían hecho todo el partido. Nicolás intentó rechazar y desestabilizó a un delantero. Penal para BP. El “10” le pegó fuerte a un palo y 1 a 1.

Escalera defendía bien pero hacía lo que podía para atacar. En dos jugadas prácticamente iguales Escalera iba a tener sus oportunidades. Pelota a la derecha para Fabretti, este para Nadra, pase al vació para la diagonal de Matías. En la primera versión el gol fue anulado por un supuesto offside de Matías. En la segunda, el delantero eludió al arquero y cuando la hinchada ya gritaba el gol, una heroica intervención de un jugador de BP sacaba la pelota.

Final para el partido y a los penales. Escalera convirtió de la mano de Matías (casi tapada del arquero), Morero (extraña carrera y gran definición) y Guzmán. Furst iba a ser de los primeros en pedir, pero esa confianza no pudo trasladarse a la ejecución y el penal lo tapó el arquero. BP iba a errar el primero con una sobrada definición de su número “10”, que intentó picarla y que terminó yéndose a 3 metros del travesaño.

Lo mejor para el final. Con la serie 3 a 2 y BP por ejecutar, tenía que meter si quería empatar. Agustari no venía adivinando el costado pero se iba a guardar la última carta. Gran volada con mano cambiada para atajar y de yapa, la posibilidad de convertirse en figura total, héroe, digno para el monolito. Penal fuertemente ejecutado abajo y locura total. Jugadores e hinchas salieron en la carrera desesperada a buscar al enorme arquero que se había colgado todos los laureles de la semifinal.

Como síntesis final, queda hacer una reflexión sobre la final, valga la redundancia (para vos Gastón). Escalera no juega por el premio el sábado 4. El valor de las camisetas y shorts es ínfimo al lado de la alegría constante de ir a jugar con amigos al fútbol. Lo que vale es haber llegado hasta la final, de haber compartido y de haberse llevado tantas alegrías en un torneo que sirve simplemente como excusa para estar un poco más unidos, todos, jugadores, amigos, parientes, hinchada, tarea que cumple perfectamente.