El cambió ya empieza en la semana, cuando uno entra a la página con cierta displicencia. Casi que se te pasa por alto, salvo en estos días donde nuestros partidos son igual de importantes que los partidos de nuestros acompañantes. El viernes (algunos) se organiza la salida de otra forma, con algo más de alcohol, sin restricciones ni limitaciones para volver temprano. El sábado no hay despertador, se puede dormir bien hasta pasadas las 3.
No hay nadie que llegué tarde a lo del Tomi. No hay que ver quien lo despierta al Carbo o al Facu Juarez. No hay problemas con el ¿quien trajo las camisetas? Chacho no esta rompiendo las bolas con la plata y el Nico Aliaga no cae con la botellita de agua, post salida no autorizada con alta ingesta de alcohol.
Tampoco faltan autos para ir. La conce, el facu y el resto de la hinchada se pueden quedar en sus casas. No se juntan el grupito Gato-Cambur-Chacho-Mati-Alva-Santi para ver como se para el equipo. La planilla que uno siempre firma apurado y mal, esta ausente y la autorización después de pagar menos que lo hay que pagar no tiene que se entregada.
No hay que hacer los típicos "piques cortos" que simulan una entrada en calor bastante mentirosa y los centros. Estos dos movimientos son los únicos antes de entrar al partido. No hay partido.
No hay análisis mientras uno va a los autos, recriminandose lo malo que somos o hablando de lo bien que jugamos, según las circunstancias. No hay Express 10, coca, Villa del Sur Levite (manzana preferentemente), Pritty. Falta el pebete para cubrir el hueco después de haberse levantado apurado y no haber comido nada, más que alguna sobra.
No hay que bañarse y llorar contra los azulejos del baño para sacarse las frutillas. En la previa del sábado no hay nada interesante para hablar. Pero si salis, no te duelen las piernas ni estas muerto de sueño, salvo que hayas sido inteligente y cambiaste algo de la tarde por dormir la siesta.
En fin, sábado distinto.
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