Objetivo Cumplido
El único resultado que le servía a Escalera era ganar, y el equipó cumplió con la demanda. En un partido que de comienzo parecía fácil, se complico por errores infantiles que hicieron sufrir a Escalera para lograr los 3 puntos. Se repitieron los goleadores del último sábado, Fabretti y Morero, quien lleva 4 goles en 4 partidos.
Pese a la derrota a manos de Los Mas Más, Escalera había recibido la buena noticia durante la semana de los resultados de los demás partidos. Empates y derrotas que beneficiaban al equipo y que ajustaban demasiado la tabla de posiciones. Por eso Escalera tenía que ganar para no mirar con miedo las posiciones.
Un fútbol tenis pre-competitivo servía como entrada en calor para moverse y tener contacto con la pelota. Escalera presentaba un plantel bastante completo, con las vueltas de Pignata y Juárez. El equipo se divertía en la antesala del partido y demostraba que pese a la necesidad de ganar, no había presiones y nervios que alteren a los jugadores.
Agustari; Cambursano, Pignata, Furst y De Pérez; Fabretti, Guzmán, Montironi Gastón; Montironi Matías; Morero y Juárez. La base del equipo se mantenía en el arco, la defensa y el medio, mientras que arriba los dos enanos hacían dupla para dañar con su velocidad.
Gardelitos presentaba un equipo joven que prometía dar batalla. Sin embargo Escalera iba a tomar el rol de actor principal del partido con la posesión de la pelota durante los primeros minutos. Escalera salía totalmente decidido a ganar y a tomar las riendas del partido. Pero Gardelitos iba a tener la primer situación con un tiró sobre la cabeza de Agustari que pasó cerca.
Sobre los 10 minutos del primer tiempo, Manuel de Pérez se iba a hacer cargo de un tiro libre sobre el lado izquierdo de Escalera. Tres jugadores de Escalera se metían en el segundo palo y Gustavo Fabretti iba a ser quien empuje la pelota con la cara interna de su pie derecho para poner el 1 a 0.
Escalera conseguía la ventaja de entrada para no tener que sufrir ante la falta de gol. De ahí en más Escalera no cambió la planificación y continuó con el dominio de la pelota, con Matías Montironi como manija. Yendo al frente en base a gambetas, el enganche se hacía cargo del equipo.
Gardelitos tampoco se achicaba y pese a ser uno más, metía y trataba de llegar con pases directos al arco de Agustari. Parado bien adelante en busca del empate, Gardelitos dejaba espació atrás. Espacio que en las manos de jugadores rápidos como Morero y Juárez se podía transformar en la muerte definitiva de Gardelitos.
Ese espacio le iba a permitir a Morero picar al vacio libre de toda marca después de una asistencia de Montironi. De racha, confiado pero no agrandado, Morero iba a definir como contra Bichos Verdes por debajo del arquero. 2 a 0 y un partido que pintaba para goleada.
Gardelitos no iba a sentir el golpe del segundo gol, y lejos de caerse, siguió con su actitud de lucha y de ir al frente. Escalera pudo haber ampliado el marcador y cantar “PARTIDO LIQUIDADO” pero durmió en sus laureles e iba a sufrir mas de la cuenta.
El segundo tiempo tenía que servir para tocar, crear situaciones, aumentar el marcador y subir la confianza de los jugadores de Escalera. Pero no. El partido se iba a convertir en una pesadilla y la tranquilidad de Escalera se iba a alterar por un minuto fatal.
De un tiro libre en contra, forcejeos innecesarios iban a llevar a la expulsión de Pignata. Un defensor que cumple y juega con la seguridad que un equipo necesita. Pero como si fuera un inexperimentado, se dejó llevar por un jugador de Gardelitos para aplicarle una patada que el lineman vio. Roja. La cabeza no estuvo lo fría que tenía que estar y Nicolás Pignata iba a perjudicar a sus compañeros en un acto egoísta.
Como si fuera poco, acto seguido, Cambursano iba a copiar el ejemplo. Escalera no había tenido la dosis de infantilidad suficiente y después de un rechazo, Cambursano manoteaba al mismo jugador de Gardelitos. Manotazo que el arbitró no pasó por alto y chau tranquilidad. Penal y gol, pese al esfuerzo de Agustari.
Los huevos de Escalera eran el único medio que Escalera encontró para proteger el resultado. El arco de Agustari iba a ser defendido como un fortín y Escalera se ponía los trajes de soldados para frenar a Gardelitos. El asedio iba a durar 20 minutos, donde Cambursano, Furst y Guzmán entre otros iban a despejar toda pelota que se acercaba.
Arriba, la presión de Gardelitos sumada al cansancio traducido en imprecisiones hacía que Escalera no pueda aguantar la pelota y menos que menos, crear alguna situación. Gardelitos se iba a quedar con 10 jugadores y el partido se iba a terminar en victoria para Escalera.
No se festejó como se acostumbra a festejar. El agotamiento físico mezclado con la sensación de que no se había jugado del todo bien y que se había sufrido más de lo merecido generaban algunas cabezas gachas. Pero Escalera ganó un partido importante ya que un empate hubiese sido la sentencia para que Escalera deje de luchar la punta.
Se jugó menos de lo que se tendría que haber jugado y se sufrió mas de l oque se tendría que haber sufrido, pero se logró un triunfo elemental para seguir prendidos arriba.
Pese a la derrota a manos de Los Mas Más, Escalera había recibido la buena noticia durante la semana de los resultados de los demás partidos. Empates y derrotas que beneficiaban al equipo y que ajustaban demasiado la tabla de posiciones. Por eso Escalera tenía que ganar para no mirar con miedo las posiciones.
Un fútbol tenis pre-competitivo servía como entrada en calor para moverse y tener contacto con la pelota. Escalera presentaba un plantel bastante completo, con las vueltas de Pignata y Juárez. El equipo se divertía en la antesala del partido y demostraba que pese a la necesidad de ganar, no había presiones y nervios que alteren a los jugadores.
Agustari; Cambursano, Pignata, Furst y De Pérez; Fabretti, Guzmán, Montironi Gastón; Montironi Matías; Morero y Juárez. La base del equipo se mantenía en el arco, la defensa y el medio, mientras que arriba los dos enanos hacían dupla para dañar con su velocidad.
Gardelitos presentaba un equipo joven que prometía dar batalla. Sin embargo Escalera iba a tomar el rol de actor principal del partido con la posesión de la pelota durante los primeros minutos. Escalera salía totalmente decidido a ganar y a tomar las riendas del partido. Pero Gardelitos iba a tener la primer situación con un tiró sobre la cabeza de Agustari que pasó cerca.
Sobre los 10 minutos del primer tiempo, Manuel de Pérez se iba a hacer cargo de un tiro libre sobre el lado izquierdo de Escalera. Tres jugadores de Escalera se metían en el segundo palo y Gustavo Fabretti iba a ser quien empuje la pelota con la cara interna de su pie derecho para poner el 1 a 0.
Escalera conseguía la ventaja de entrada para no tener que sufrir ante la falta de gol. De ahí en más Escalera no cambió la planificación y continuó con el dominio de la pelota, con Matías Montironi como manija. Yendo al frente en base a gambetas, el enganche se hacía cargo del equipo.
Gardelitos tampoco se achicaba y pese a ser uno más, metía y trataba de llegar con pases directos al arco de Agustari. Parado bien adelante en busca del empate, Gardelitos dejaba espació atrás. Espacio que en las manos de jugadores rápidos como Morero y Juárez se podía transformar en la muerte definitiva de Gardelitos.
Ese espacio le iba a permitir a Morero picar al vacio libre de toda marca después de una asistencia de Montironi. De racha, confiado pero no agrandado, Morero iba a definir como contra Bichos Verdes por debajo del arquero. 2 a 0 y un partido que pintaba para goleada.
Gardelitos no iba a sentir el golpe del segundo gol, y lejos de caerse, siguió con su actitud de lucha y de ir al frente. Escalera pudo haber ampliado el marcador y cantar “PARTIDO LIQUIDADO” pero durmió en sus laureles e iba a sufrir mas de la cuenta.
El segundo tiempo tenía que servir para tocar, crear situaciones, aumentar el marcador y subir la confianza de los jugadores de Escalera. Pero no. El partido se iba a convertir en una pesadilla y la tranquilidad de Escalera se iba a alterar por un minuto fatal.
De un tiro libre en contra, forcejeos innecesarios iban a llevar a la expulsión de Pignata. Un defensor que cumple y juega con la seguridad que un equipo necesita. Pero como si fuera un inexperimentado, se dejó llevar por un jugador de Gardelitos para aplicarle una patada que el lineman vio. Roja. La cabeza no estuvo lo fría que tenía que estar y Nicolás Pignata iba a perjudicar a sus compañeros en un acto egoísta.
Como si fuera poco, acto seguido, Cambursano iba a copiar el ejemplo. Escalera no había tenido la dosis de infantilidad suficiente y después de un rechazo, Cambursano manoteaba al mismo jugador de Gardelitos. Manotazo que el arbitró no pasó por alto y chau tranquilidad. Penal y gol, pese al esfuerzo de Agustari.
Los huevos de Escalera eran el único medio que Escalera encontró para proteger el resultado. El arco de Agustari iba a ser defendido como un fortín y Escalera se ponía los trajes de soldados para frenar a Gardelitos. El asedio iba a durar 20 minutos, donde Cambursano, Furst y Guzmán entre otros iban a despejar toda pelota que se acercaba.
Arriba, la presión de Gardelitos sumada al cansancio traducido en imprecisiones hacía que Escalera no pueda aguantar la pelota y menos que menos, crear alguna situación. Gardelitos se iba a quedar con 10 jugadores y el partido se iba a terminar en victoria para Escalera.
No se festejó como se acostumbra a festejar. El agotamiento físico mezclado con la sensación de que no se había jugado del todo bien y que se había sufrido más de lo merecido generaban algunas cabezas gachas. Pero Escalera ganó un partido importante ya que un empate hubiese sido la sentencia para que Escalera deje de luchar la punta.
Se jugó menos de lo que se tendría que haber jugado y se sufrió mas de l oque se tendría que haber sufrido, pero se logró un triunfo elemental para seguir prendidos arriba.
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