Hola querida gente: Bueno, acá van algunas primeras líneas reflexivas sobre mi estadía de 22 días en la isla que Fidel gobierna desde hace 48 años. Para ampliar estas crónicas los invito a que visiten: fidelestavivo.blogspot.com (Charco, despues arreglamos por el canje publicitario)
"NO TE ENAMORES EN LA HABANA". Así nos dijeron el primer día que llegamos a esta ciudad. "Oye chico, ni se te ocurra enamorar a una cubana, ni dejes que ella te enamore, se te va a prender a tí y no te soltará por nada del mundo". La frase fue tajante y sonaba aleccionadora. Nos lo dijo una morocha retacona, de pechos amplios y carnes generosas. Se llamaba Irma y sus labios gruesos parecían una lasagna. Paso seguido nos habló de las cualidades sexuales de las cubanas. "Las cubanas tenemos 45 movimientos, y no repetimos ninguno" dijo segura la mulata mientras tomaba un mojito y se acomodaba la tira del corpiño que parecía estallar en mil pedazos.La acompañaba su marido, un morocho de dos metros de altura y una espalda ancha como una avenida. Nos invitaron a tomar un mojito a mí y al Turco (léase Joaquin). Les pedimos permiso para retratarlos en una foto y se negaron rotundamente. Alegaron que profesaban la religión afrocubana y que la luz del flash se llevaría la pureza de sus almas.El morocho levantó los brazos y le hizo una seña a la camarera. "4 mojitos por favor". El Turco y yo nos miramos y se nos congeló el pecho. Sabíamos que los amables anfitriones nos harían pagar los tragos. Salimos del bar cabizbajos, sin entender lo que pasaba. Irma enfiló para su casa y el morocho la siguió de atrás. Antes de despedirnos nos palmeó en la espalda y nos repitió en un tono amigable "Recuerda compay, no se enamoren en La Habana". Nos sentimos derrotados, estafados. Entramos en el juego de ellos y perdimos por goleada.
(Cualquier similitud con escalera es mera coincidencia)
El abrazo de siempre, Toro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario